Uno de los ingredientes que causa gran controversia al elegir un producto cosmético son las siliconas.
Las siliconas son polímeros inorgánicos cuya estructura está formada por silicio y oxígeno.
Hay muchísimas opiniones sobre las ventajas y desventajas de estas, lo cierto es que la mayoría de los cosméticos las contienen.
Las podemos identificar entre los ingredientes que terminan en conol, cone y oxane.
¿Por qué son odiadas?
La principal razón que establecen es que estas se acumulan en nuestra piel, especialmente en los poros y evitan que estos transpiren y según producen acné y poros dilatados.
Otros a su vez alegan que son de gran beneficio ya que aportan suavidad a la piel, sirven de emoliente, permiten una aplicación más uniforme del cosmético y ayuda a suavizar la cutícula capilar.
Sin embargo, es importante informarles que hay informarles que hay siliconas insolubles y siliconas solubles en agua.
Las insolubles no se retiran fácilmente y la única forma es con componentes que contengan “sulfatos”. Con respecto a las solubles, son las conocidas en la actualidad como “Siliconas de ultima generación” ya que debido a su afinidad con el agua se retiran fácilmente y sin esfuerzo durante la limpieza facial.